¡En armonía!

¡En armonía!
Espacios para convivir en armonía.

lunes, 29 de septiembre de 2008

El misterio del capitán Huesorroto

La detective Sanofi, miembro de la AIIDEP (Asociación Internacional de Investigación y Divulgación de Estudios sobre Piratas), viaja hasta una lejana y misteriosa isla del Caribe para averiguar si en esa isla vivió el legendario capitán Huesorroto “terror de los 9 mares” (siete más dos que el capitán descubrió), y se encuentra con que el verdadero horror del solitario capitán fue no haber poseído el tesoro de la salud. En esta aventura la ayuda podría venir de quien menos se espera…

Se trata de una obra original creada y presentada por el equipo de AlterAdos y escrita por Nati Rigonni, quien es miembro de Vulcanizadora Producciones y del Colectivo a Favor de la Infancia (COFI).

Esta obra fue estrenada en el marco del VI Taller de Alergias, organizado por la Dra. Mónica Aguilar Durán. AlterAdos dio cuatro funciones para un público que sonriente, aplaudió y felicitó a los actores.

jueves, 12 de junio de 2008

¿Qué son las competencias ciudadanas?

Tradicionalmente la experiencia educativa se ha orgaizado en torno al logro de objetivos de aprendizaje, a la adquisición de conocimientos o al dominio de ciertas destrezas, sin que necesariamente estos elementos estén relacionados entre sí. En el modelo de educación ciudadana, se plantea como finalidad del proceso formativo el desarrollo de competencias para la vida democrática en las cuales los sujetos articulen conocimientos, habilidades, actitudes y valores en su quehacer ciudadano.
Silvia Conde
Tomado de "Educar para la demoracia. La educación ciudadana basada
en el desarrollo de competencias cívicas y éticas. México: IFE, 2004

martes, 10 de junio de 2008

Tengo dos gatos

Tengo dos gatos: uno de ellos se llama Snarf y le encanta devorar libros, he pensado que es el auténtico gato culto. El otro (que es otra) se llama Fígaro, es una gatita sorda que le encanta dormir de panza sobre mi panza. A veces pienso que ambos son producto de algún cuento ¡no puede haber gatos así¡ Sin embargo, ¿quién escribiría sobre mascotas como estas? ¿Quién puede tener la imaginación tan productiva y sin límites? Pensaba que mis gatos eran personajes de ficción y la duda me asaltaba. ¿Habrá mas como ellos? Mis pensamientos y dudas encontraron respuesta: a mis manos llego un tesoro, gracias a Nati Rigonni. Pero no cualquier tesoro (no ese de oro, con maldiciones, calaveras andantes y piratas), este es un tesoro muy bien presentado y se llama “La Carpeta” en él encontré a Lombrigato, Avecoiris y a otros animales; de inmediato tuve la idea que a lo mejor Lombrigato era primo de Snarf y Fígaro y me di cuenta que en esta carpeta había muchas historias increíbles.
Pero, a ver, ¿las historias son tesoros? Sí, y más si son como las que se encuentran en “La Carpeta”, historias creadas jugando, imaginando, utilizando magia. Pero no son historias comunes son hechas por cinco mágicos niños: Ricardo, Helen Michelle, Yaroslav, Amaranta y Alberto. Magos de la palabra que son capaces de escribir historias cortas con un gran contenido literario. Historias hechas con la magia de la sabiduría infantil, con la capacidad de narrar, contar y visualizar los mundos que nos rodean y que sólo los ojos especializados de los niños pueden ver.
Les cuento: el otro día Fígaro casó un cuervo, lo encontramos en el baño, muerto, con las plumas regadas por todos lados. No sabíamos de donde había salido tal ave, pues los gatos se quedan encerrados hasta que regresamos del trabajo. El hecho es que Chío (mi esposa) y yo, decidimos deshacernos del cadáver del cuervo, fuimos hacia el río para enterrarlo. Al regresar, un perro salió no sé de dónde, nos ladró espantándonos, parecía querer hablarnos, salimos corriendo hacia nuestra casa sin entender que ocurría. Ya más calmados, le preguntamos a Fígaro de dónde había sacado al cuervo, ella sólo veía a Snarf y a un libro de narraciones de Edgar Alan Poe. De haber tenido en ese tiempo a “La Carpeta” hubiera sabido lo que Ricardo Herrera sabe muy bien: cerrar un libro, cuando se termina de leer, de ahí salió el famoso cuervo. Y luego entendí que aquel perro, era un perro fantasma, que a lo mejor me concedería un deseo y yo pediría un agua de horchata. ¡Las cosas que uno ignora!
La carpeta me ha servido para visualizar distintos mundos, creados por estos cinco niños, con la guía de su Hada Azul Nati. Es toda una experiencia el deslizarse sobre estas historias, excelentemente construidas, en donde se adivina un trabajo de meses, de dedicación. Por fortuna los niños son los seres más dedicados que existen. El acercarse a la literatura infantil es un placer que a veces nos negamos a probar, llega un momento en que los adultos perdemos los ojos brillantes de los niños y nos volvemos grises. El acercarse a la literatura infantil creada por niños nos habré un universo infinito. El proceso de apropiarse de las palabras, nombrar las cosas, construirlas, contarlas, no es una tarea fácil, aquí el Monstruo de los seis pares de ojos lo logra muy bien, el proceso de creación debe ser un juego, para que sea libre, para permitirse experimentar, mezclar, construir. La creación no debe tener ataduras, por ello a los adultos nos es difícil, los niños en cambio asumen su libertad, hacen suyas las palabras, expresan, critican, saben de la magia de las palabras al nombrar las cosas. El proceso creativo implica el dejarse fluir, el estar dispuesto a quitarse las ataduras de lo real y lo posible. Es caer por el agujero del conejo y llegar al País de las Maravillas, es subir a un árbol y aparecer en el coliseo Romano, es tener la capacidad para entender la lucha entre las galletas y las papitas, es poder dibujar un corderito a un extraterrestre en medio del desierto. El proceso creativo no tiene límites, los niños tampoco los tienen, así que la creatividad es inherente en ellos. A todo esto, se suma un elemento fundamental: a la creación, a los niños, a Nati, al Monstruo de los seis pares de ojos, lo impulsa el corazón, un motor que los mueve a derribar barreras y construir mundos nuevos en cada historia.
“La Carpeta” es la suma de todos los corazones del Taller Infantil de Creación Literaria, es una experiencia que nos atrapa y nos otorga respuestas. Ahora sé que mis gatos pueden ser personajes de alguna historia, que tal vez surgió en el taller con Ricardo, Helen, Yaroslav, Amaranta, Cesar y Nati. Se me ha permitido ver sus mundos, ser su cómplice e invitar a los demás a acercarse a esta experiencia, a conocer la obra de estos pequeños corazones que forman al Monstruo de los seis pares de ojos. Les aseguro que la experiencia será única.
Hugo López Fernández

sábado, 7 de junio de 2008

Un monstruo con seis pares de ojos

Algunas palabras sobre esta muestra del trabajo de los niños del Taller Infantil de Creación Literaria “La carpeta”
Escribir bien es un arte y como tal requiere: aprendizaje, sensibilidad, práctica, constancia y muchas ganas; además hay un componente muy alto de imaginación y libertad, que en los niños es inherente, pero que de igual forma, cualquier persona –de cualquier edad– puede aprender a descubrir. La pretensión de este taller fue guiar a los participantes, de manera divertida, en la iniciación de la creación literaria, incluso para aquellos niños que ya tenían desarrollado el gusto por la lectura y la escritura, planteamos la premisa: “siempre es posible escribir mejor”.
La propuesta fue trabajar durante un semestre, de octubre a abril, una vez por semana, dos horas al día. Nos reuníamos cada martes y el tiempo se nos iba rapidísimo. La metodología empleada es una propuesta original acuñada a lo largo de los años que llevo trabajando con niños y jóvenes, y pulida con diversas lecturas y cursos de especialización; esta metodología de aprendizaje se basa en el juego. Sí, leíste bien, algunos de los cuentos que se presentan en esta muestra, surgieron a partir de un juego de palabras, de memoria, de algún juego de cartas –cartas especiales, claro está–, o de otro tipo de juegos de mesa: pretextos varios para el desarrollo de habilidades del pensamiento. A lo largo de las sesiones teníamos también definido y fuera de cualquier condicionamiento, un tiempo para el juego libre, de este modo: corrimos, trepamos a los árboles, hicimos competencias, cruzamos por el pasamanos, contamos chistes, jugamos al teatro de sombras, a las escondidillas, a la rayuela… De tal forma que los integrantes desarrollaban habilidades en el plano intelectual, a la par que adquirían o mejoraban diversas habilidades de motricidad gruesa. Cabe resaltar que siempre había apertura para la innovación. Tomando como ejemplo el juego de la rayuela, avioncito, tejo o como se le prefiera llamar, hubo una ocasión en que los niños decidieron realizar sus propios diseños de este juego sobre una banqueta. El resultado fueron canchas numeradas que parecían caracoles, juegos de serpientes y escaleras, o construcciones tipo “Tetrix”. Incluso en los días de lluvia encontramos la forma de divertirnos. La fórmula metodológica pudiera ser: estímulo, juego, participación a través del diálogo, creación, crítica y autocrítica, juego, corrección, juego y más juego. Con respecto a lo que denomino estímulo, te comparto que tuvimos sesiones de lectura, de análisis de cápsulas radiofónicas, escuchamos música y algunos capítulos de radionovelas para niños. Y por supuesto, hubo un tiempo para la creación, un tiempo para volcar las ideas en el papel. Poco a poco nos fuimos convirtiendo en un monstruo robusto, flexible y sonriente.
A lo largo del curso, varios niños entraron y salieron del taller, sin embargo, fueron cinco niños los que se mantuvieron constantes, y quienes gracias a su tesón y al valioso apoyo incondicional de sus padres, siguieron hasta el final. Al respecto considero imprescindible dar fe de la importancia del contexto en el que se desenvuelven los niños para lograr su óptimo desarrollo: en estos cinco niños se puede observar el amor y el cuidado que su familia les brinda, se puede observar que se les da confianza y apoyo; y es evidente el estrecho vínculo que, en su gran mayoría, han tenido con el arte, muy especialmente con la literatura. Es para mí, un gran orgullo, poder decir que a algunos de estos niños les he leído cuentos desde que eran preescolares, poder decir que les he dado clases de teatro o decir, simplemente, que todos y cada uno de ellos son mis amigos: César, Helen, Ricardo, Yaroslav y, por supuesto, Amaranta. Es un orgullo decir que juntos nos convertimos en un monstruo con seis pares de ojos.
Dada la importancia de los medios de comunicación y con la mente abierta a la evolución tecnológica, les planteé la propuesta de publicar sus cuentos a través de blogs, en los cuales, pudieran ellos recibir comentarios que les retroalimentaran, por supuesto aceptaron con mucho gusto. Los géneros que trabajamos fueron fantasía y misterio. Como era de esperarse, dada la gran creatividad de estos nóveles escritores, la producción de obra rebasó con mucho nuestras expectativas, tanto en cantidad como en calidad; no obstante, decidimos presentar sólo una muestra simbólica de la totalidad del trabajo. Esta muestra está aquí, sólo tienes que pulsar sobre los vínculos en la sección que dice "Lee mis cuentos". ¡Vamos! ¿Qué esperas? Corre a disfrutar de las historias que te comparte este monstruo que se formó en “La carpeta".
Nati Rigonni

lunes, 2 de junio de 2008

Presentarán niños del Taller Infantil de Creación Literaria “La carpeta”, cuentos de su creación.

El próximo sábado 7 de junio, a las 17:30 horas, en el Museo de Arte del Estado de Veracruz se presentarán cinco pequeños de primaria que participaron en el Taller de Creación Literaria Infantil “La carpeta” y que en esta ocasión, al término de un semestre de trabajo, darán lectura a sus cuentos, dio a conocer en entrevista Nati Rigonni, escritora y promotora cultural especializada en el área infantil, quien impartió dicho curso.
Mencionó que ese mismo día se dará a conocer un blog en donde se podrán leer también los cuentos creados por los pequeños escritores.
Nati Rigonni señaló que fueron dos horas a la semana las que se trabajaron en el semestre y en este tiempo se vieron los géneros de “fantasía y misterio”, por lo que los cuentos versan sobre esos tópicos.
Comentó que durante ese lapso entraron y salieron del taller varios niños pero fueron cinco los que se mantuvieron permanentemente y que ahora presentarán lo realizado, ellos son: Yaroslav Labzá Fonseca, quien también toca el violín y las percusiones; Ricardo Herrera Ángel, quien por cierto ha sido uno de los niños con mejor promedio en su escuela, tanto que fue de los niños premiados del año pasado en la prueba Enlace; César Alberto Gónzalez Cavildo, quien igual es un niño súper estudioso que obtuvo un buen lugar en la "Olimpiada del conocimiento" y quien ya edita su propia publicación que se llama “La Telaraña"; Hellen Michel Peralta Serrano, “una chavita talentosa y muy independiente”, y Amaranta Gálvez Rigonni, quien el año pasado obtuvo el primer lugar en la prueba Enlace, y quien también toca el violín”.
Feliz, la escritora señaló que todos los niños son muy talentosos y “estoy muy orgullosa de los logros obtenidos”.
Nora Lira

jueves, 20 de marzo de 2008

Inicia el juego...

Entrar en el juego significa salirse de la vida cotidiana, suspender otras acciones, alejarse en el espacio e introducirse en este hueco. Así lo que era un gran agujero se llena de emociones, nuevas ideas, cierta intriga y encanto y un sinfín de actividades.
El hechicero, el vidente, el sacrificador comienzan demarcando el lugar sagrado... por la forma, es lo mismo que este encercado se haga para un fin santo o por puro juego. La pista, el campo de tenis, el lugar marcado en el pavimento para el juego infantil de cielo e infierno, y el tablero de ajedrez no se diferencian, formalmente, del templo ni del círculo mágico. [...] Si aceptamos [...] la identidad escencial y originaria de juego y rito reconoceremos, al mismo tiempo, que los lugares consagrados no son, en el fondo, sino campos de juego, y ya no se presenta esa cuestión falaz del para qué y del por qué. (Huitzinga, 2000:35-36)

El juego es una actividad fascinante de los seres humanos, presente en todas las culturas y todas las edades del hombre. Su presencia milenaria es inherente al desarrollo humano y a la conformación de actividades culturales relacionadas con el movimiento, la belleza, el arte y lo sagrado. Sin embargo en diversos sectores, la división entre el juego y el trabajo muchas veces relegó lo lúdico al ámbito de "lo no serio" con la consiguiente descalificación del juego, como si se tratara de "cosa de niños"...

Si pensamos en lo común entre el juego, el arte y lo sagrado, podríamos nombrar en primer lugar la cualidad de sustraerse en el tiempo y conformar un espacio propio, ajeno y libre. Los tres ámbitos se constituyen en un alejamiento de la realidad. Se tratan de momentos o espacios en los que las normas que rigen lo habitual quedan temporalmente suspendidas.
Cuando un niño entra en el espacio del juego lo que hace es acceder a una realidad paralela que se construye a sí misma en el juego. El juego es a la realidad lo que los agujeros negros son al universo.

Esta es la característica más importante del juego porque éste se posibilita gracias a la condición simbólica del mundo del hombre: al suspender la realidad del aquí y ahora, pasado, presente y futuro se trastocan; lo imaginario surge y se hace posible el pensar. No hay nadie que pueda pesar algo, problematizarse, hacerse una pregunta [...] si primero no es capaz de imaginar la situación. Lo real es inaccesible al hombre y lo posible se torna posible gracias a que es imaginado. El poder del juego como actividad es enorme y fundamental en el desarrollo del sujeto humano. En el transfondo del pensamiento y de la creatividad humana está el juego.
(Tomado de "El juego como círculo mágico")

sábado, 15 de marzo de 2008

Juguetes

En estricto sentido, los aparatos que dicen a los niños, por ejemplo, “Aprieta ese botón”, “Cambia de pantalla” o “Espera hasta nueva orden”, no son juguetes. Cuando decimos “juguete” nos referimos a cualquier objeto seguro, versátil, manipulable, con la posibilidad de convertirse en cualquier cosa, en lo que sea que los jugadores necesiten, con la posibilidad de trasformarse.

En las culturas del maíz, el olote –la mazorca seca que ha sido desgranada– representa un valioso juguete con múltiples posibilidades. Se puede convertir en muñeca, en carrito, en títere, en pelota para jugar con raqueta como si fuera un gallito de bádmington. Si se le ponen plumas, en pájaro que sale volando por la fuerza de una honda o resortera; con un trozo de tela y un mástil de palo, en barco de vela; en proyectil para jugar sobre una diana pintada en el piso; en pelota de béisbol; en prenda que se esconde para que los otros la busquen; cortado en círculos, en ruedas de locomotora; si se amarran veinte o treinta olotes para formar una plataforma, en una transbordador acuático; con aros incrustados, en peces flotantes que pueden ser pescados con anzuelos; si se cortan en trozos y se pintan con dos colores diferentes pueden ser fichas para diversos juegos. Y hay muchas otras posibilidades, éstos son sólo algunos de los muchos usos lúdicos del olote.

Dentro de este esquema de sencillez, el juego necesita juguetes. Porque la imaginación tiene que expresarse sobre la materia. Porque las habilidades se logran manipulando. Porque los escenarios lúdicos se vuelven sensorialmente estimulantes cuando la vista contempla las hazañas que logran la imaginación y las manos.
Luz María Chapela
(Tomado de “El juego en la escuela”)

miércoles, 5 de marzo de 2008

Monstruo salado

Yo no tenía idea de lo que estaba pasando. Todo estaba oscuro pero podía sentir mi cuerpo dentro del infinito movimiento del agua, podía sentir su fuerza alrededor de mí, podía distinguir su sabor si abría la boca: era tan inmenso, tan contundente, que sentí que si mantenía la boca abierta otro poquito, me ahogaría irremediablemente. Cerré mi boca y apreté los labios. Entonces descubrí que podía respirar en el agua. Me sentí sorprendida y confundida ante ese hallazgo: era increíble estar o ser parte de ese ser inmenso, frío, vivo...
Sí, yo sabía que eso estaba vivo, y podía también darme cuenta de que había otros seres que se movían dentro de él, en la distancia. Hasta mi piel llegaban las vibraciones de lo que yo intuía eran seres marinos. Ellos también sabían de mí pero no se acercaban. Yo no podía verlos pero sabía que estaban ahí. ¿Podrían verme?
¿Cómo es que había llegado al cuerpo de ese monstruo salado? ¿Qué es lo que sonaba como un bombo enrarecido por el agua? ¿Era acaso el sonido del corazón del gran monstruo?
Quise huir. Me moví hacia la superficie. Logré sacar la cabeza pero ese olor a sal lo inundaba todo. Afuera era la noche y había una luna gigantesca y resplandeciente como del tamaño del rostro de mi madre cuando sonríe; las estrellas también brillaban en lo alto, me sentí reconfortada de reconocer a esos otros seres, que a pesar de saberlos tan lejanos, me resultaban familiares.
Entonces sentí nuevamente la fuerza del mar rodeando mi cuerpo. El suyo era un abrazo muy poderoso. No había otro ser de mi especie en la distancia. ¿No? ¿Por qué? ¿Qué es lo que yo era?
Volví a percatarme del sonido del bombo, que segundo a segundo se hacía más intenso... Sentí mucho miedo, cerré los ojos con fuerza y volví a hundirme en el agua; al abrirlos desperté y descubrí el sonido de mi propio corazón pateando como un niño furioso. Afuera el viento silbaba y se estremecía como se estremecía mi corazón. Entonces pude ver a través de la cortina azul de mi cuarto la sombra de los árboles de la calle que se agitaban como látigos de coral o tentáculos de un pulpo enorme. Había un olor distinto pero conocido entre mis cosas.
De pronto escuché otro sonido, algo como un rápido zambullido. Giré la cabeza hacia donde escuché el chasquido y no reconocí el piso de mi cuarto; era como estar en un sitio diferente. En realidad lo que veía era una superficie brillante. Entonces sentí como mi cama empezó a balancearse suave y dulcemente. Me tiré de panza sobre el cochón y entrecerré los ojos para ver mejor lo que se movía bajo esa superficie: ¡eran peces! Peces que nadaban y se zambullían entre mis pantuflas y mis juguetes...
Nati Rigonni

martes, 12 de febrero de 2008

Preguntas y más preguntas

Nací en 1971. Desde muy pequeña solía hacerme preguntas y más preguntas, muchas de ellas tenían origen en mi relación con los adultos. Frases como: “Esto no es para niños”, “Calladita te ves más bonita”, “De por sí, los niños, llegan y hacen desorden”, “Tú no sabes”, me llevaban irremediablemente a preguntar: ¿Qué es todo aquello que sí es para niños? ¿En verdad me gusta eso que dicen que sí es para niños? ¿Por qué callar es sinónimo de belleza? Muchas personas son calladas y no son bonitas, ni agradables. ¿Ser niño es sinónimo de desorden? No todos los adultos son ordenados. ¿Qué es ser niño? ¿Por qué, si eres niño, dan por hecho que no sabes…? Y plantearme esas cosas por supuesto me llevaba a la contraparte y a nuevas preguntas: ¿por qué cuando quiero estar en silencio me obligan a hablar? ¿Por qué pretenden ocultarse y ocultarme situaciones (que a mi juicio son evidentes)? ¿Por qué quieren que yo las oculte? ¿Qué es de lo que sí se debe hablar y por qué, quién decidió que así fuera? ¿Por qué son sólo los adultos quienes deciden? Pero, no todos los adultos son iguales, tampoco los niños somos todos iguales, incluso yo misma estoy siempre cambiando ¿qué pasa si a veces quiero y a veces no quiero hacer o decir algo? ¿A quién, en dónde, en qué momento, en qué lugar, expresar lo que quiero, lo que necesito y cómo lo necesito? Años más tarde, sigo haciendo y haciéndome preguntas. Muchas de ellas tienen origen en mi relación con los niños. Desde hace más de diez años doy talleres de arte y creatividad dirigidos principalmente al público infantil, tengo muchos amigos niños y amigas niñas y ¡tengo una hermosa hija! Quien a lo largo de su existencia se ha encargado de replantearme algunas de las preguntas que yo hacía y de trazarme nuevos cuestionamientos. Año 2008, las circunstancias de la infancia afortunadamente han cambiado. La Convención sobre los Derechos de los Niños ha traído modificaciones determinantes en la relación del mundo adulto con el mundo infantil en los diversos ámbitos sociales, haciendo que los conceptos y las actitudes colectivas se modifiquen, permitiendo un cierto empoderamiento de la infancia. A su vez, el tejido social ha hecho que las diversas instancias gubernamentales planteen políticas culturales en materia de infancia. Los niños adquieren bajo el reconocimiento internacional derecho a formarse un juicio propio, expresar su opinión, a ser escuchado, a buscar, recibir y difundir información e ideas, a la libertad de pensamiento y conciencia, a la libertad de asociación y de celebrar reuniones, a participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento. Este acuerdo, de carácter universal y obligatorio para los países que lo ratificaron, introdujo también el concepto de “interés superior del niño” aplicable por las instituciones públicas y privadas, los tribunales y cualquier autoridad administrativa cuando existen conflictos de intereses, y en los cuales, dichas autoridades deben asegurar que se elija la solución que responda al mayor beneficio y protección de la niñez. Pero todavía queda mucho por hacer… Mi interés por crear espacios para el diálogo, la expresión y el juego, nace del corazón y del cúmulo de experiencias atesoradas a lo largo de mi vida y, muy en especial, atesoradas en la intensa y lúdica convivencia generada en los talleres que he impartido. Es interesante, emotivo, sorprendente observar el proceso y los resultados de la participación infantil: los niños, bien organizados, son capaces de obtener frutos claros, concretos y creativos de su trabajo y además… ¡suelen divertirse en el proceso! En mi experiencia, el aprendizaje resulta más contundente y significativo cuanto más divertido sea. Pero hay algo más que motiva mi interés, la idea de que es posible una sociedad donde el arte sea una posibilidad colectiva y no un mero lujo, una sociedad más justa e incluyente. México es considerado uno de los pocos países megabiodiversos del mundo por el número y variedad de flora y fauna que posee, así como por la cantidad de especies endémicas que habitan su territorio, eso dio como resultado que las expresiones culturales que se desarrollaron en nuestro país fueran tantas, tan diversas y tan ricas como su medio ambiente. En la región de las altas montañas del estado de Veracruz, se encuentra el mayor porcentaje de nahuas del estado. El valle de Orizaba, al ser geográfica, histórica y estratégicamente considerado tierra de paso, ha sido un escenario para la manifestación de diversas costumbres y tradiciones, pero también ha sido fértil espacio para la discriminación. Así pues mi más grande sueño es diseñar, construir, abrir y difundir espacios donde sea posible aprender de forma lúdica e integral, espacios donde se desarrollen habilidades que favorezcan el diálogo, la cooperación, la equidad de género...
La participación de los niños en los diversos ámbitos de la cultura, incluyendo los procesos sociales puede hacer realidad el anhelo de una verdadera democracia.
Nati Rigonni

La música...

jueves, 24 de enero de 2008

miércoles, 23 de enero de 2008

Nosotrificando con la vida.

“Nosotrificar” significa construir colectivamente, anteponer a los intereses individualistas, los intereses de la comunidad; transformar el yo, mi, me, conmigo en un nosotros, nuestro, nos, con nosotros. El sistema educativo hegemónico indica desarrollar la competitividad del individuo en aras del triunfo: se busca ser siempre el mejor, siempre el número uno, sin importar qué ocurre en el proceso, ni cuál es la finalidad de ser el individuo más destacado: lo importante es estar en la cima.

La nosotrificación, es un concepto tomado de la comunidad tojolabal (comunidad maya de Chiapas), uno de los pueblos originarios del país, para quienes el “nosotros” es clave en su lengua y su vida. Es una actitud aprendida desde el nacimiento, refinada a lo largo del desarrollo infantil, y manifestada tanto en sus formas lingüísticas como en su respuesta inmediata y colectiva a la solución de un problema. En un artículo de publicado en 2002 por Carlos Lenkerdorf, titulado “Aspectos de la educación maya – tojolabal”, se abordan los posibles orígenes de este comportamiento social y, tomando como referencia una anécdota, este investigador hace interesantes observaciones respecto al proceso educativo generalizado en occidente:

La finalidad [de un examen] es la de averiguar quiénes son los alumnos que individualmente sean capaces de responder a las preguntas, cuyas respuestas correctas sabe de antemano, el maestro. Para los alumnos hay una serie de prohibiciones, que tienen una explicación de suma importancia para la sociedad dominante: no interesa el conocimiento del grupo ni del alumno individual. Por ello, tampoco interesa la solución del problema. Es decir, no es un problema verdadero, cuya solución interese a todo el mundo o que requiera una solución urgente, sino que es un problema ficticio porque la solución la conoce ya el maestro, que desempeña un papel particular en el examen. Él sí sabe, y los alumnos deben manejar aquello que el maestro sabe, y repetirlo. Es decir, el interés consiste en que los alumnos sepan repetir lo que el maestro sabe.

sábado, 19 de enero de 2008

Laboratorio Escénico A. C. es una organización no gubernamental que tiene entre sus objetivos pricipales la investigación, vinculación, promoción y difusión artística, así como el desarrollo comunitario.

Infancia

La infancia no es sólo un fenómeno físico y biológico, es además, y sobre todo, una construcción social que corresponde a cada época y espacio geográfico, que hace referencia también a “un estatus delimitado, incorporado dentro de una estructura social y manifestado en ciertas formas de conducta, todas ellas relacionadas con un conjunto concreto de elementos culturales” (Jenks, 1982).

viernes, 11 de enero de 2008

Primera reunión 2008

Los días 8 y 9 de enero de 2008, se llevó a cabo la primera - y fructífera- reunión del Consejo Consultivo de Laboratorio Escénico A. C., en "El escondrijo", en la ciudad de Xalapa, Veracruz, contando con la presencia de: Elodia Ayoctle, Sofía Cruz, Eloisa Diez, Araceli Ixmatlahua, Yesenia Muñoz Páez, Florencia Panzo, Nati Rigonni, Adriana Vázquez, Isael Petronio Cantú, Alberto Lara Enriquez y Enrique Vázquez Burgos.