Algunas palabras sobre esta muestra del trabajo de los niños del Taller Infantil de Creación Literaria “La carpeta”
Escribir bien es un arte y como tal requiere: aprendizaje, sensibilidad, práctica, constancia y muchas ganas; además hay un componente muy alto de imaginación y libertad, que en los niños es inherente, pero que de igual forma, cualquier persona –de cualquier edad– puede aprender a descubrir. La pretensión de este taller fue guiar a los participantes, de manera divertida, en la iniciación de la creación literaria, incluso para aquellos niños que ya tenían desarrollado el gusto por la lectura y la escritura, planteamos la premisa: “siempre es posible escribir mejor”.
La propuesta fue trabajar durante un semestre, de octubre a abril, una vez por semana, dos horas al día. Nos reuníamos cada martes y el tiempo se nos iba rapidísimo. La metodología empleada es una propuesta original acuñada a lo largo de los años que llevo trabajando con niños y jóvenes, y pulida con diversas lecturas y cursos de especialización; esta metodología de aprendizaje se basa en el juego. Sí, leíste bien, algunos de los cuentos que se presentan en esta muestra, surgieron a partir de un juego de palabras, de memoria, de algún juego de cartas –cartas especiales, claro está–, o de otro tipo de juegos de mesa: pretextos varios para el desarrollo de habilidades del pensamiento. A lo largo de las sesiones teníamos también definido y fuera de cualquier condicionamiento, un tiempo para el juego libre, de este modo: corrimos, trepamos a los árboles, hicimos competencias, cruzamos por el pasamanos, contamos chistes, jugamos al teatro de sombras, a las escondidillas, a la rayuela… De tal forma que los integrantes desarrollaban habilidades en el plano intelectual, a la par que adquirían o mejoraban diversas habilidades de motricidad gruesa. Cabe resaltar que siempre había apertura para la innovación. Tomando como ejemplo el juego de la rayuela, avioncito, tejo o como se le prefiera llamar, hubo una ocasión en que los niños decidieron realizar sus propios diseños de este juego sobre una banqueta. El resultado fueron canchas numeradas que parecían caracoles, juegos de serpientes y escaleras, o construcciones tipo “Tetrix”. Incluso en los días de lluvia encontramos la forma de divertirnos. La fórmula metodológica pudiera ser: estímulo, juego, participación a través del diálogo, creación, crítica y autocrítica, juego, corrección, juego y más juego. Con respecto a lo que denomino estímulo, te comparto que tuvimos sesiones de lectura, de análisis de cápsulas radiofónicas, escuchamos música y algunos capítulos de radionovelas para niños. Y por supuesto, hubo un tiempo para la creación, un tiempo para volcar las ideas en el papel. Poco a poco nos fuimos convirtiendo en un monstruo robusto, flexible y sonriente.
A lo largo del curso, varios niños entraron y salieron del taller, sin embargo, fueron cinco niños los que se mantuvieron constantes, y quienes gracias a su tesón y al valioso apoyo incondicional de sus padres, siguieron hasta el final. Al respecto considero imprescindible dar fe de la importancia del contexto en el que se desenvuelven los niños para lograr su óptimo desarrollo: en estos cinco niños se puede observar el amor y el cuidado que su familia les brinda, se puede observar que se les da confianza y apoyo; y es evidente el estrecho vínculo que, en su gran mayoría, han tenido con el arte, muy especialmente con la literatura. Es para mí, un gran orgullo, poder decir que a algunos de estos niños les he leído cuentos desde que eran preescolares, poder decir que les he dado clases de teatro o decir, simplemente, que todos y cada uno de ellos son mis amigos: César, Helen, Ricardo, Yaroslav y, por supuesto, Amaranta. Es un orgullo decir que juntos nos convertimos en un monstruo con seis pares de ojos.
Dada la importancia de los medios de comunicación y con la mente abierta a la evolución tecnológica, les planteé la propuesta de publicar sus cuentos a través de blogs, en los cuales, pudieran ellos recibir comentarios que les retroalimentaran, por supuesto aceptaron con mucho gusto. Los géneros que trabajamos fueron fantasía y misterio. Como era de esperarse, dada la gran creatividad de estos nóveles escritores, la producción de obra rebasó con mucho nuestras expectativas, tanto en cantidad como en calidad; no obstante, decidimos presentar sólo una muestra simbólica de la totalidad del trabajo. Esta muestra está aquí, sólo tienes que pulsar sobre los vínculos en la sección que dice "Lee mis cuentos". ¡Vamos! ¿Qué esperas? Corre a disfrutar de las historias que te comparte este monstruo que se formó en “La carpeta".
La propuesta fue trabajar durante un semestre, de octubre a abril, una vez por semana, dos horas al día. Nos reuníamos cada martes y el tiempo se nos iba rapidísimo. La metodología empleada es una propuesta original acuñada a lo largo de los años que llevo trabajando con niños y jóvenes, y pulida con diversas lecturas y cursos de especialización; esta metodología de aprendizaje se basa en el juego. Sí, leíste bien, algunos de los cuentos que se presentan en esta muestra, surgieron a partir de un juego de palabras, de memoria, de algún juego de cartas –cartas especiales, claro está–, o de otro tipo de juegos de mesa: pretextos varios para el desarrollo de habilidades del pensamiento. A lo largo de las sesiones teníamos también definido y fuera de cualquier condicionamiento, un tiempo para el juego libre, de este modo: corrimos, trepamos a los árboles, hicimos competencias, cruzamos por el pasamanos, contamos chistes, jugamos al teatro de sombras, a las escondidillas, a la rayuela… De tal forma que los integrantes desarrollaban habilidades en el plano intelectual, a la par que adquirían o mejoraban diversas habilidades de motricidad gruesa. Cabe resaltar que siempre había apertura para la innovación. Tomando como ejemplo el juego de la rayuela, avioncito, tejo o como se le prefiera llamar, hubo una ocasión en que los niños decidieron realizar sus propios diseños de este juego sobre una banqueta. El resultado fueron canchas numeradas que parecían caracoles, juegos de serpientes y escaleras, o construcciones tipo “Tetrix”. Incluso en los días de lluvia encontramos la forma de divertirnos. La fórmula metodológica pudiera ser: estímulo, juego, participación a través del diálogo, creación, crítica y autocrítica, juego, corrección, juego y más juego. Con respecto a lo que denomino estímulo, te comparto que tuvimos sesiones de lectura, de análisis de cápsulas radiofónicas, escuchamos música y algunos capítulos de radionovelas para niños. Y por supuesto, hubo un tiempo para la creación, un tiempo para volcar las ideas en el papel. Poco a poco nos fuimos convirtiendo en un monstruo robusto, flexible y sonriente.
A lo largo del curso, varios niños entraron y salieron del taller, sin embargo, fueron cinco niños los que se mantuvieron constantes, y quienes gracias a su tesón y al valioso apoyo incondicional de sus padres, siguieron hasta el final. Al respecto considero imprescindible dar fe de la importancia del contexto en el que se desenvuelven los niños para lograr su óptimo desarrollo: en estos cinco niños se puede observar el amor y el cuidado que su familia les brinda, se puede observar que se les da confianza y apoyo; y es evidente el estrecho vínculo que, en su gran mayoría, han tenido con el arte, muy especialmente con la literatura. Es para mí, un gran orgullo, poder decir que a algunos de estos niños les he leído cuentos desde que eran preescolares, poder decir que les he dado clases de teatro o decir, simplemente, que todos y cada uno de ellos son mis amigos: César, Helen, Ricardo, Yaroslav y, por supuesto, Amaranta. Es un orgullo decir que juntos nos convertimos en un monstruo con seis pares de ojos.
Dada la importancia de los medios de comunicación y con la mente abierta a la evolución tecnológica, les planteé la propuesta de publicar sus cuentos a través de blogs, en los cuales, pudieran ellos recibir comentarios que les retroalimentaran, por supuesto aceptaron con mucho gusto. Los géneros que trabajamos fueron fantasía y misterio. Como era de esperarse, dada la gran creatividad de estos nóveles escritores, la producción de obra rebasó con mucho nuestras expectativas, tanto en cantidad como en calidad; no obstante, decidimos presentar sólo una muestra simbólica de la totalidad del trabajo. Esta muestra está aquí, sólo tienes que pulsar sobre los vínculos en la sección que dice "Lee mis cuentos". ¡Vamos! ¿Qué esperas? Corre a disfrutar de las historias que te comparte este monstruo que se formó en “La carpeta".
Nati Rigonni
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